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Chía (Salvia hispánica L.)

Otro gran aporte de México para el  mundo

Para los mayas, la chía (Salvia hispánica) era uno de los cuatro cultivos que destinaban a su alimentación (los otros tres son maíz, el frijol y el amaranto). Agradeciendo las cosechas ofrendaban estas semillas a sus dioses. El uso y el cultivo de la chía en México, se remonta a unos 3.500 años a.C. Por su alto contenido en aceites, para las culturas precolombinas la chía era sinónimo de aceite. En dialecto náhuatl la palabra chiactic significa aceitoso o grasoso. El nombre Chiapas, actual estado al sur de México, significa “agua de chía”.

Propiedades nutricionales

Investigaciones recientes han encontrado que un alto contenido de los aceites de la chía son un excelente aporte natural de Ácidos Grasos Esenciales (AGE) y es la fuente vegetal con mayor concentración de Omega 3 y Omega 6 que entre sus principales funciones dentro de nuestro organismo disminuyen el índice de enfermedades coronarias; ayudan a normalizar la presión arterial elevada; reducen el nivel de colesterol; protegen al corazón contra daños causados por ataques cardíacos; juegan un papel fundamental en el mejora de los sistemas nervioso e inmunológico; ayudan en el sano desarrollo del embarazo y del crecimiento infantil
Adicionalmente, estas pequeñas semillas deben ser consideradas como excelentes integradores alimentarios, dada su riqueza en componentes nutricionales pues además de los Omegas, tiene un alto nivel de antioxidantes naturales (principalmente flavonoides) que son un saludable aporte dietario y terapéutico pues estos nos protegen de tumores, afecciones cardiovasculares, inflamaciones, virus y los temidos radicales libres que tanto daño hacen a nuestra salud.
Además de su excelente perfil lipídico, la chía tiene un 23% de proteína además de un buen contenido de lisina y aminoácidos esenciales. La chía no posee gluten, o sea que puede ser consumida por los celíacos. En materia de vitaminas, es una buena fuente del grupo B (la carencia de vitamina B es uno de los factores que incrementan el índice de homocisteína en sangre, lo cual favorece la formación de depósitos de placas en las paredes arteriales e incrementa el riesgo de afecciones cardiovasculares y apoplejía). Adicionalmente a lo anterior, la chía se destaca nuevamente en su aporte de minerales ya que posee 714mg de calcio natural. Además posee magnesio, potasio y fósforo que son elementos que hacen sinergia con el calcio permitiendo una buena calcificación para niños y adultos que lo requieren para fomentar un crecimiento sano y la reducción en la formación de osteoporosis. Adicionalmente, contiene buenos valores de cinc y manganeso y bajo contenido de sodio. Por si todo esto fuera poco, la chía destaca nuevamente en su alto contenido de fibra siendo principalmente fibra soluble conocida mejormente como mucílagos mismos que retardan el índice de la glucosa en la sangre y reducen la absorción del colesterol en nuestro organismo.

PROPIEDADES TERAPEUTICAS

Las semillas de chía aportan los siguientes efectos: antioxidante, antiagregante plaquetario, antiinflamatorio, antimutagénico, anticarcinogénetico, antiviral, laxante, hipotensor, hipocolesterolemiante, hipoglucemiante, inmunoestimulante, tónico cardíaco y nervioso, y alimento mineralizante, vitamínico y proteico.
El consumo de chía resulta útil en casos de celiaquía, depresión, estrés, diabetes, obesidad, problemas gastrointestinales, tumores, artritis, asma, afecciones cardiovasculares y pulmonares, soriasis, arteriosclerosis, anemias, embarazo, lactancia, crecimiento, convalecencias y debilidad inmunológica.

Contraindicaciones

Hasta la actualidad no se conocen componentes tóxicos en ella y no se encontraron registros sobre intoxicaciones y efectos indeseables en personas.

IMPORTANTE: La información aquí presentada es del dominio público, es exclusivamente de carácter informativo y no pretende ofrecer una consulta nutricional o recomendación médica, por lo que no pretende reemplazar la opinión del nutriólogo o el médico especialista. Para una alimentación balanceada, consulte a su nutriólogo y médico especialista. Consulte a su médico antes de iniciar cualquier tratamiento y/o programa físico.

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